Las claves para la supervivencia y movilidad empresarial

La productividad laboral global de la economía mexicana disminuyó 6.6% entre el primer semestre de 2018 y el mismo semestre de 2024. La caída de este indicador es una mala noticia porque significa que estamos perdiendo competitividad respecto al resto del mundo, nuestra tasa de crecimiento económico se vuelve más lenta y se dificulta el incremento sostenido de los ingresos de las personas en términos reales. Mucho se ha dicho en el sentido de que la pérdida de productividad en México es el mayor lastre económico que enfrentamos.

En este contexto, tuve el honor de participar como ponente en el Congreso de Confecámaras 2024, asociación presidida por el destacado empresario colombiano Julián Domínguez Rivera. En este importante encuentro empresarial, celebrado del 12 al 13 de septiembre en Cartagena, Colombia, expuse la conferencia «América Latina: Una potencia discreta que lo tiene todo«, en la que abordé la situación económica, financiera y geopolítica mundial, con un enfoque especial en América Latina.

Entré los aspectos que destaqué se encuentran:

Mientras que el PIB mundial crecerá este año 3.2%, el de Latinoamérica lo hará a una tasa de 1.9% y el de México en 1.5%. De hecho el crecimiento promedio de Latinoamérica cayó de 3.1% entre 2000 y 2013 a 1.1% entre 2014 y 2022.

Los niveles de deuda pública como porcentaje del PIB son más bajos que el promedio mundial en la mayoría de los países latinoamericanos: México (50%), Colomba (60%), Brasil (80%) y Argentina (90%). Aun así, la creciente deuda no se ha traducido en mayor crecimiento ni desarrollo.

Hay un 38% de probabilidades de que Estados Unidos entre en una recesión en los próximos 12 meses.

El PIB de China creció 5% en el primer semestre de 2024 apoyado en el aumento de sus exportaciones con pecios sumamente bajos, producto de su exceso de capacidad. China es el principal depredador de la industria manufacturera de Latinoamérica.

Para lograr crecer a tasas más elevadas de manera consistente, Latinoamérica debe resolver sus problemas de desigualdad, pobreza, baja inversión, economía informal y baja productividad.

Fue un gran evento, al cual asistieron más de 1,200 líderes empresariales de todas las regiones de dicho país.

Las conferencias y paneles de discusión fueron del más alto nivel. Dado lo anteriormente expuesto, uno de los aspectos que más captó mi atención fue la presentación de los resultados del reciente estudio ‘Movilidad empresarial: lecciones aprendidas de empresas productivas’, elaborado por Confecámaras con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si bien, son resultados con base en empresas colombianas, me parece que en México podemos aprender mucho de este estudio para aumentar la productividad y la movilidad de nuestras empresas (en especial las micro y pequeñas), por eso decidí escribir sobre dicho tema en esta entrega.  

Desde el primer capítulo, en dicho estudio se deja en claro la relación entre productividad y movilidad empresarial, destacando la importancia de este factor para el crecimiento económico. La productividad es sin duda un factor esencial para el crecimiento y la movilidad empresarial, de manera que las empresas que tienen mayores niveles de productividad en un momento del tiempo tienen una mayor probabilidad de mantenerse y crecer, es decir, de experimentar movilidad empresarial. Esto es, que una empresa micro se convierta en pequeña, que una pequeña se haga mediana y que una mediana llegue a ser grande.

A través de la productividad, por definición, se fortalece la producción, competitividad y sostenibilidad de las empresas mediante la mejora de sus procesos productivos y de gestión. ¿Pero cuales son los elementos que dan esa ventaja a las empresas?

Las empresas que participaron en el estudio realizaron un autodiagnóstico para evaluar su elegibilidad en el programa ‘Fábricas de Productividad y Sostenibilidad’. Uno de los criterios clave para acceder al programa era superar un umbral de 49.5 puntos en las preguntas del autodiagnóstico, que evaluaban diversos aspectos de su desempeño.

El análisis reveló diferencias significativas entre las empresas que lograron superar este umbral y aquellas que no alcanzaron el mínimo requerido para ser seleccionadas. A continuación, se presentan los hallazgos más relevantes de estas diferencias en tres categorías:

En el aspecto tributario, un 74% tienen estados financieros que utilizan para la toma de decisiones, el 57% tiene una estructura clara de costos y gastos y el 47% dispone de un plan financiero y estructurado.

En cuanto a los insumos de producción, el 31% tiene una estructura de talento humano definida y el 60% tiene un esquema de compras, inventarios y logística.

En producción y comercialización, el 33% tiene procesos de producción estandarizados y documentados, el 14% tiene un proceso de innovación estructurado y el 82% cumple con la normativa y reglamentos del sector.

A partir del diagnóstico realizado a las empresas habilitadas para participar en el programa, se realizó en un segundo momento un análisis de su productividad, observando una clara relación entre el tamaño de la firma y su nivel de productividad, así como que las empresas constituidas como sociedades son 1.2 veces más productivas que las empresas que tienen la forma de persona física. De manera desagregada se encontró que la gestión logística, comercial, transformación digital, productividad laboral y gestión de calidad son las dimensiones en las que este grupo de empresas, en promedio, muestran el mejor desempeño.

Entre las empresas más productivas, aquellas ubicadas en el más alto decil del puntaje de productividad, se observan las siguientes características:

El 46% mantiene contacto regular con sus clientes y el 86% tiene un plan de mercadeo y ventas; así mismo, presentan una alta capacidad de reducción de costos, el 32% reporta una reducción anual de costos internos superior al 5% y el 30% reduce costos con proveedores en la misma magnitud.

Las empresas más productivas son activas en gestión de calidad, con el 73% contando con certificaciones para sus productos y el 51% cumpliendo con regulaciones nacionales e internacionales.

En cuanto a la transformación digital, el 34% integra la estrategia digital en la visión de la empresa, el 23% utiliza múltiples sistemas de tecnologías de la información para servicios personalizados y el 42% emplea inteligencia de negocios mediante cuadros de mando ejecutivos.

Con relación a la productividad laboral, el 68% tiene una rotación de personal entre 0% y 7% anualmente, el 38% reporta un ausentismo promedio de entre 1 y 3 días al año y el 50% de empresas más productivas ha entrenado a más del 90% de su personal en análisis y solución de problemas relacionados con el trabajo. 

Finalmente, corrieron un modelo econométrico de regresión logística, para analizar la influencia de la productividad en la supervivencia y movilidad empresarial. Los resultados muestran que este factor tiene una relación positiva y significativa con la supervivencia y la movilidad ascendente. Específicamente, encontraron que un punto adicional en el nivel de productividad conlleva un aumento del 37% en la probabilidad de supervivencia de las empresas e incrementa en un 16% la probabilidad de que una empresa superviviente ascienda en su categoría de tamaño.

A manera de conclusión podemos mencionar que estos resultados del estudio de CONFECÁMARAS, en colaboración con el BID, ofrecen valiosas lecciones para fortalecer la productividad y movilidad empresarial, no solo en Colombia, sino también en países como México. Este checklist de lo que las empresas deben cumplir, dejan en claro que las empresas deben trabajar en temas como gestión de calidad, transformación digital y eficiencia operativa. Ahí están las claves entre la productividad, la supervivencia y la movilidad empresarial.

Queda claro que en México es fundamental que haya más empresas que implementen lo aquí encontrado con el fin de que sean más competitivas y no sólo aumenten su esperanza de vida, sino que crezcan en tamaño y ventas, generando empleo y prosperidad.

Son tiempos de mucha incertidumbre y necesitamos estar informados.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

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