Ambos son empresarios, constantemente están envueltos en la polémica y en tiempos recientes han estado más cercanos. Sin embargo, Donald Trump y Elon Musk han tenido una relación un tanto compleja y multifacética , marcada tanto por momentos de apoyo mutuo como por desacuerdos públicos. Dentro de los últimos encuentros públicos que han tenido estuvo la conversación que ambos llevaron a cabo en un Space, a través de X, donde Trump habló desde su atentado, hasta de la postura de ambos en torno a la libertad de expresión. Pero los inicios de esta relación se remontan a varios años atrás.
Elon Musk y Trump: coincidencias
De hecho, Musk fue uno de los líderes empresariales invitados a participar en el consejo asesor de Trump sobre la economía y la tecnología en 2017, cuando el republicano inició su primer mandato. Sin embargo el ahora dueño de X decidió renunciar al consejo en junio de ese año en protesta por la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. La asesoría que brindó Musk estuvo centrada en dos entes: el Consejo Asesor sobre Políticas Económicas, un organismo compuesto por líderes empresariales de alto perfil que se reunían para asesorar a Trump sobre temas económicos, y el Consejo Asesor de Innovación de la Oficina de la Casa Blanca, centrado en el desarrollo de políticas de innovación. Elon Musk renunció a su papel en estos consejos el 1 de junio de 2017, en respuesta a la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Musk expresó que permanecer en los consejos no alineaba con sus principios, dado el desacuerdo sobre la importancia de la acción climática. Y aunque a lo largo del tiempo, ha habido interacciones donde Trump ha elogiado a Musk llamándolo “uno de nuestros grandes genios”, sus posiciones políticas y de negocios a menudo han estado en conflicto. Por ejemplo, Musk ha sido crítico con algunas de las políticas de Trump, especialmente en relación al cambio climático y la inmigración. Durante la presidencia de Trump, hubo varios intercambios públicos y menciones entre ellos. Aunque Musk no fue un crítico tan vocal como otros líderes tecnológicos, tampoco fue un apoyo incondicional. Algunos de los puntos donde coincidieron fueron en torno a la política de Estados Unidos sobre el control de la pandemia por COVID-19, donde Musk expresó su frustración por las políticas de confinamiento, las cuales también fueron criticadas por Trump. Ambos comparten una visión favorable hacia la reducción de regulaciones gubernamentales que, en su opinión, limitan la innovación y el crecimiento empresarial. Trump promovió políticas de desregulación durante su presidencia, lo cual era bien visto por Musk, especialmente en sectores como la industria automotriz y espacial.
¿En qué no coinciden Musk y Trump?
El expresidente también apoyó la expansión de la industria espacial estadounidense, reactivando el Consejo Nacional del Espacio y promoviendo iniciativas como el programa Artemisa para regresar a la Luna. Musk, a través de SpaceX, ha sido un gran defensor y motor de la innovación en el sector espacial, y ha colaborado estrechamente con la NASA, una agencia clave en las políticas espaciales de Trump. Ambos han mostrado preocupación por mantener a Estados Unidos competitivo en la economía global. Trump, con su enfoque en “America First”, buscó proteger y fortalecer las industrias estadounidenses frente a la competencia extranjera. Musk, por su parte, ha hablado sobre la importancia de que Estados Unidos lidere en áreas como la energía renovable, la automoción eléctrica y la exploración espacial. Aunque ambos han coincidido en algunos temas de regulación y economía, sus diferencias en áreas como el cambio climático, la inmigración, el manejo de la pandemia y sus estilos de liderazgo destacan las diferentes filosofías y prioridades que tienen. En el caso de las políticas en torno al medio ambiente Musk es un defensor firme de la lucha contra el cambio climático y ha orientado sus empresas, como Tesla y SolarCity, hacia soluciones de energía limpia, mientras que Trump ha mostrado ser escéptico sobre este tema.