Tras la elección del 2 de junio, Claudia Sheinbaum será la primera Presidenta de México con el 59.75% de los votos, lo que implica que 35.92 millones de personas votaron por ella. Al momento de escribir estas líneas, se sabe que en el Senado, los partidos Morena y aliados están aparentemente a cuatro escaños de lograr la mayoría calificada; mientras que respecto a la Cámara de Diputados se nos ha hecho creer que esta coalición logró dicha mayoría y que por lo tanto tendrán el poder para cambiar la Constitución a su antojo.
Después de los cómputos distritales e impugnaciones, pronto sabremos cómo queda conformado el Congreso. Y también sabremos si se violenta la Constitución aplicando indebidamente la regla de sobrerrepresentación, que indica que los partidos no pueden tener más del 8% de curules respecto de su porcentaje de votación. Lo que estamos viendo hasta ahora es que los votos que obtuvo la coalición de Morena y aliados fueron el 54%, por lo que no se le debería permitir que obtengan el 72% del Congreso, ya que esto implica una sobrerrepresentación de 18 por ciento.
Como hasta ahora lo han manejado es que si bien de forma individual ninguno de los partidos estaría excediendo el 8% que marca el artículo 54 de la Carta Magna, en la práctica, la suma de los porcentajes de sobre representación de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, implica un fraude a la Constitución, ya que le daría una ventaja ilegal a la coalición gobernante.
Es así que desde el domingo 2 por la noche, y a lo largo de toda la semana que recién concluye, se nos ha hecho creer que Claudia Sheinbaum y los partidos que la postularon, tendrán un poder como no se había visto en décadas. Esto implica que una vez que inicie la próxima legislatura el 1 de septiembre, podrán cambiar la Constitución, desaparecer los organismos autónomos y modificar todas las leyes que quieran, lo que ha puesto muy nerviosos a los mercados.
Si bien las encuestas ya apuntaban al triunfo de Claudia Sheinbaum, no se esperaba que ganaran la mayoría calificada en el Congreso, por lo que la reacción de los mercados el lunes 3 fue muy negativa. Ese día vimos como el índice de Precios y Cotizaciones de la BMV cayó 6.01%, mientras que el tipo de cambio pasó de $16.985 pesos por dólar el viernes 31 de mayo a $17.596 ese lunes 3 de junio, lo que implica que el dólar se disparó 3.6%.
Ese día comenté en este espacio que dado ese resultado electoral, para evitar mayor agitación, la candidata ganadora Claudia Sheinbaum, su equipo y los liderazgos de Morena deberían actuar con prudencia y tomar las acciones necesarias para dar tranquilidad a los mercados. Debemos recordar cuando en diciembre de 1994, con el cambio de sexenio de Carlos Salinas a Ernesto Zedillo, el gobierno entrante no envío las señales correctas a los mercados y entonces se dieron una serie de equivocaciones (y hasta dejos de soberbia) que nos llevaron al “error de diciembre” y a una de las devaluaciones del peso más traumáticas de la historia. Por eso quienes integrarán el nuevo gobierno deben tener mucho cuidado con lo que hacen y dicen.
Reitero que para que haya calma, los mercados requieren mensajes claros por parte de los ganadores y que el hecho de que el presidente López Obrador hubiera salido a decir en su conferencia mañanera del 3 de junio que el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, continuará en la SHCP tiene la intensión de darle calma a los mercados, cosa que logró parcialmente.
El martes 4 de junio hubo menor volatilidad después de que el Secretario de Hacienda salió a dar un mensaje express de menos de tres minutos. Sin embargo, ese día el dólar subió otro 1.5% respecto al día anterior, por lo que ya acumulaba un aumento de 5.2% respecto al viernes 31 de mayo. Ese día el dólar alcanzó su nivel más alto desde el 1 de noviembre de 2023.
Pero desde mi punto de vista, el dato más relevante de esa jornada fue que la expectativa del mercado es que los Cetes a 28 días no bajarán más en lo que resta del año. Se esfumó la expectativa de baja en las tasas de interés de los Cetes. Esto lo constatamos con el cálculo de GAEAP de la tasa de interés implícita que muestra que el mercado ahora espera que los Cetes a 28 días estén en 11.10% en 3 meses, en 11.03% en 6 meses y en 11.05% en dos años. O sea, que ya no baje esta tasa de interés, posiblemente porque si el tipo de cambio se sale de control, se necesitarán tasas altas para atraer/retener capitales y para mantener la inflación a raya si esta alza del dólar se traduce en mayores presiones inflacionarias.
El miércoles 5 de junio fue de calma en los mercados, pero el jueves 6 después del cierre de los mercados bursátiles se desató nuevamente la andanada contra el peso.
El 6 de junio el tipo de cambio cerró en $17.57 pesos por dólar; pero en operaciones extrabursátiles (OTC), se disparó y llegó hasta los $17.98 después de que el líder de los diputados Morenistas, Ignacio Mier, anunciara que utilizarían su mayoría para en septiembre de este año aprobar el Plan C, que implica una profunda reforma al Poder Judicial, de manera que habría elección de jueces, magistrados y ministros de la Corte mediante voto popular.
Desde mi punto de vista, la tarde del jueves 6, Morena y aliados tuvieron un segundo golpe de realidad y debieron haber recordado que aunque de manera ilegal lleguen a tener la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso de la Unión, seguirá habiendo contrapesos importantes, tales como:
1. Mercados y calificadoras de riesgo,
2. Estados Unidos y tratados internacionales,
3. La inflación, y
4. Los empresarios y la actividad económica
Esto provocó que por la noche del jueves 6, Ignacio Mier matizara lo que más temprano había dicho, Pero el viernes 7 de junio en la conferencia mañanera el presidente López Obrador volvió a tirar al peso cuando reiteró que la reforma judicial era necesaria debido a la corrupción en los tribunales. Comentó que “la justicia está por encima de los mercados”, y agregó que México requiere cambios.
El resultado fue turbulencia en el mercado y el dólar llegó ese día hasta los $18.46 pesos. Al final el resultado al cierre de la jornada fue que el tipo de cambio interbancario cerró en $18.203 pesos por dólar, un aumento del 3.6% respecto al día anterior y del 7.2% comparado con el viernes 31 de mayo. El dólar alcanzó su nivel más alto desde marzo de 2023. Al cierre del mercado extrabursátil (OTC) por el cierre de fin de semana, el dólar se ubicaba en $18.40 pesos por dólar.
Esto ya tuvo impacto significativo en las finanzas públicas, ya que la deuda externa neta del sector público federal es de $218.02 mil millones de dólares. Esto significa que, debido al alza del dólar, la deuda pública total aumentó en $265.5 mil millones de pesos entre el 31 de mayo y el 7 de junio.
Ese mismo día, el IPC de la BMV cayó -2.72%, por lo que su pérdida semanal fue de 3.95%.
De esta manera, queda claro que pese al anuncio del martes 4 del Secretario de Hacienda, prevalece el temor a una posible radicalización de grupos dentro de Morena, que podría llevar a cambios profundos en la Suprema Corte de Justica de la Nación (SCJN) y a la eventual desaparición de organismos autónomos como el Instituto Nacional de Acceso a la Información, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia Económica, entre otros. También se propone la reforma al Instituto Nacional Electoral, que plantea que los consejeros electorales sean elegidos mediante voto popular, así como la eliminación de los legisladores plurinominales.
En este contexto, con independencia de cómo quede el tema de la sobrerrepresentación en el Congreso, para las próximas semanas se anticipan anuncios de legisladores electos con iniciativas que podrían amenazar la estabilidad económica y financiera nacional.
Es un hecho que la volatilidad continuará, y de no haber anuncios contundentes del equipo de Claudia Sheinbaum, que den tranquilidad a los mercados, el dólar se ubicará por encima de los $18.50 pesos los próximos días. Muchos me han preguntado hasta dónde puede llegar el dólar, la respuesta es que no hay límite y si el miedo se apodera del mercado, sin problema podemos ver el billete verde arriba de los 20 pesos.
He mencionado en este espacio que en ese sentido, para dar tranquilidad, se requiere del compromiso explícito de al menos lo siguiente:
1. Respeto a la autonomía del Banco de México, no sólo en el tema operativo, sino en cuanto a no presionar a la Junta de Gobierno para que baje tasas de interés en el actual contexto inflacionario.
2. Se va a hacer un verdadero esfuerzo por disminuir el déficit fiscal para 2025 con un plan realista y que se atenderá el problema de Pemex con la debida seriedad.
3. Que México continuará siendo un país que da la bienvenida a la Inversión Extranjera Directa (IED) y que se redoblarán los esfuerzos para capitalizar el nearshoring con una política que aumente la capacidad de generación eléctrica y la red de distribución de ésta.
4. Otros mensajes que den certidumbre de que se trabajará con la iniciativa privada y se respetará el estado de derecho.
En este sentido, la agencia calificadora Moody’s dio a conocer este miércoles 5 que revisará la calificación crediticia soberana de México en el último trimestre de 2024. La firma señaló su interés en conocer más detalles de los planes que la administración de Sheinbaum tiene para Pemex, temas fiscales, y la mayoría de Morena en el Congreso de la Unión de cara al inicio del nuevo sexenio, que arrancará el próximo 1 de octubre.
Soy de la opinión que en la medida que Claudia Sheinbaum y su equipo, así como los liderazgos de Morena, vayan dando los mensajes que el mercado quiere escuchar y conozcamos a su equipo de transición, así como los miembros de su gabinete, la calma puede regresará a los mercados. De lo contrario, nos enfrentaremos a un complicado episodio de volatilidad.
No debemos olvidar que en los últimos dos años la tenencia de Cetes por parte de extranjeros creció 87% hasta llegar a 233.9 miles de millones de pesos en mayo de 2024.Y si, todo este dinero se puede fugar del país.
A manera de conclusión de todo esto que estamos viviendo quiero mencionar que estamos viviendo tiempos de mucha volatilidad y si estamos en riesgo de una crisis de fin de sexenio. Es verdad que al término de su mandato López Obrador habrá endeudado a México en más de 6 billones de pesos adicionales, pero lo que es peor es que además de eso, despilfarró inconteniblemente los ahorros que dejaron los presidentes Zedillo, Fox, Calderón y Peña. Llega Claudia Sheinbaum al poder sin ahorros y con finanzas públicas esqueléticas y un déficit fiscal de casi 6% del PIB, con lo que deberá iniciar un gobierno con un enorme compromiso con la sociedad que cuesta miles de millones de pesos al año atenderlo.
El nuevo gobierno debe admitir explícitamente que necesita a la iniciativa privada para generar crecimiento económico, empleo y bienestar, así como para obtener los recursos fiscales que necesita para llevar a cabo la edificación del segundo piso de la cuarta transformación. Esta semana que concluye la realidad se impuso y les puso un descontón con la caída de la Bolsa Mexicana de Valores y con el alza en el tipo de cambio peso-dólar. Si continúan amenazando la estabilidad del país la volatilidad continuará, lo que no ayuda a nadie, sobre todo a la luz del escaso margen de maniobra que tienen.
Son tiempos de mucha incertidumbre y necesitamos estar informados.
Alejandro Gómez Tamez*
Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com
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